miércoles, 17 de septiembre de 2025

"LOS MILOHNIĆ" POR EL ESCRITOR Y FOTÓGRAFO ESPAÑOL RAFAEL GARAY PESET


 

La isla de Krk se halla situada en el mar Adriático a poca distancia de tierras croatas. Es el territorio insular más grande de la zona y hasta la segunda guerra mundial formaba parte de un condado perteneciente a la familia Frankopan. La capital era Krk y allí los Milohniç tenían una casa habitada desde el siglo XVIII. En 1943 vivía Mihovil (Miguel) Milohnić Bogović, casado con Ljubica (Violeta) Roje Kapetanić. Estaba también con ellos su suegra y la pequeña Višnja, hija del matrimonio. Mihovil había estudiado leyes y era juez en la ciudad cuando la invasión nazi. Por su talante y, sobre todo porque su mujer era judía colaboró en la salvación de muchos judíos que iban a ser deportados. Creó una lista ficticia donde hacía creer que esas personas eran necesitadas para determinados trabajos y luego les consiguió pasaportes falsos; de esta manera salvó a mucha gente de ser enviada a los campos de concentración.  La guerra fué muy dura en Croacia. Además del invasor alemán y dada su cercanía a Italia también entraron en liza las milicias fascistas. El conflicto degeneró en una guerra civil en la que también actuaron partisanos comunistas con actos de inusitada crueldad por ambos bandos.

En estas circunstancias y dado que ya estaban sufriendo hambre, Mihovil resolvió ir al continente donde podría encontrar provisiones. Allí fue detenido por unos fascistas que, creyendo que escondía secretos, lo tuvieron aislado y le dieron la purga (*) - Por todo alimento se le hacía ingerir aceite de ricino hasta que la persona ya muy debilitada perdía el control de sus intestinos-.

Mientras tanto Krk había sido invadida por partisanos comunistas. Los soldados entraron en la casa, que era de las más acomodadas de la ciudad y se llevaron a Ljubica. La trasladaron a la otra parte de la isla. En la comandancia la violaron repetidas veces. La tenían atada por las muñecas con alambre de púas. Querían hacerle confesar que era colaboracionista.

La niña Višnja se había quedado en la casa con la abuela y las vecinas le dijeron que su madre estaba muerta, y que la habían visto flotando por el río con la panza hinchada.

Por una gran casualidad Ljubica pudo ser liberada. Poco tiempo antes en Belgrado, un agitador comunista, Josip, había alzado la bandera de la hoz y el martillo en el ayuntamiento de la ciudad. Por eso se le había condenado a muerte, pero esa sentencia fue conmutada por Mihovil, que entonces se encontraba allí ejerciendo de juez.  Fue al mismo Josip a quien Ljubica se encontró en la cárcel donde estaba prisionera. El tenía un puesto de responsabilidad y pudo salvarla. La mujer cruzó descalza toda la isla, en un invierno particularmente crudo, para volver a su casa y abrazar a su hija. Mientras tanto Mihovil ya había sido liberado por los fascistas y pudieron encontrarse todos juntos.

Enseguida tomaron la resolución de abandonar el país. La madre de Ljubica no quiso abandonar su tierra y los tres huyeron a Milán con lo puesto, en un momento en que en el sur de Italia estaba empezando el desembarco de los americanos. Nada más llegar pudieron ver en la plaza del Duomo (¿) el cadáver de Mussolini y Clara Petacci, su amante, colgados cabeza abajo mientras eran   escupidos por la gente.  En la ciudad pasaron dos meses; no tenían dinero ni nada que comer. Višnja se desmayaba continuamente. La comunidad judía de Milán, recordando el favor que les había hecho Mihovil, les dejaron algo de dinero. Con él resolvieron huir a Suiza. Contrataron el servicio de un guía que se comprometió a llevarlos a Lugano, pero en un momento dado y en plenos Alpes los dejó abandonados. Siguieron el camino perdiéndose repetidas veces y al fin divisaron la frontera suiza. Allí un guardia no les dio permiso para pasar, pero la niña se puso a llorar suplicando que los dejaran, que, si no, iban a morir de frío. El guardia se enterneció con ella y al final les dio el permiso.   

En Lugano -ya era el año 44- fueron internados en un campo de concentración donde malvivían todos los refugiados que habían podido huir de los países colindantes. El estatuto suizo dejaba clara su neutralidad, pero la forma de tratar a la gente fue inhumana.  Pasaron varios meses. De vez en cuando aparecía por el campo personas que con buena intención procuraban ayudar a la gente. Una de ellas fue Dora, mujer bien situada, que entró en contacto con la familia Milohniç debido sobre todo a la simpatía que sintió hacia la niña. La mujer que vivía sola, se encariñó con ella y la sacó del campo de concentración. Empezó a pagarle los estudios en un colegio privado de la ciudad donde la Višnja pudo empezar a olvidar los horrores que le había tocado vivir.

La idea que tenía Dora era la de adoptar a la niña. Se lo planteó a sus padres, añadiendo que habría para ellos un buen estipendio económico. Pero ellos se negaron en redondo; habían pasado muchas penalidades para salvar a su única hija y no iban a entregarla, así como así.   Ante esta negativa, Dora, aunque siguió portándose bien con la niña, la inscribió en un internado de monjas en que la disciplina era bastante dura. Allí estuvo un año hasta que acabó la guerra y sus padres pudieron salir.

Con su casa incautada en Krk y una Europa destruida el matrimonio no quiso volver a Croacia y se planteó una nueva vida en América. Pero ¿Por qué Chile? Hacía un tiempo el padre de Ljubica había viajado y se había establecido en Antofagasta contratado por un croata enriquecido con el ganado. Allí vivió una temporada en la que ganó bastante dinero, pero no le gustaba ese modo de vida tan salvaje y se volvió a Europa, aunque allí dejó a su hijo mayor, hermano de Ljubica, que se había establecido allí creando una familia.      La decisión estaba clara.

En 1948 la familia Milohniç zarparon de Europa en barco. El dinero que pudieron conseguir para la travesía y la estancia fué un préstamo que les volvió a hacer la comunidad judía de Milán. También hay que decir que, en agradecimiento, esa misma comunidad propició que se plantara un árbol a nombre de Mihovil Milohniç Bogović en el Patio de los Justos en Jerusalem.

El resto de la historia deberá ser contada en otra ocasión.

 

"LOS MILOHNIĆ" POR EL ESCRITOR Y FOTÓGRAFO ESPAÑOL RAFAEL GARAY PESET

  La isla de Krk se halla situada en el mar Adriático a poca distancia de tierras croatas. Es el territorio insular más grande de la zona y ...