Vinko Kalinić nació en 1974, en Split, Croacia. Es escritor, poeta, periodista y activista de derechos humanos. Descendiente de una familia de pescadores de Komiža, en la isla de Vis. Es autor de cinco libros de poesía. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas y publicados en todo el mundo. Además de la lengua croata oficial, escribe en un dialecto especial: “Komiža”. Contínuamente actualiza su diario poético en Facebook, donde es seguidopor más de 2.100 personas. Web: http://vinkokalinic.blogspot.com/ Diario Poético: http://www.facebook.com/pages/Vinko-Kalini%C4%87/110184921886
MEDIA CANCIÓN
Me desperté esta mañana con media canción en mi cabeza
Yo recuerdo, soñé contigo - sí, esos eran tus labios
y manos! y nariz! y oreja! - y yo podría escribir una canción
una canción absolutamente horrible, decente y apasionada
digamos, sobre un hombre que murió en su sueño, mientras te besaba
pero no sé cómo transfundir tus ojos en palabras,
esos ojos tentadores que me dividen en dos nuevamente,
a un mí que moriría por ellos
y a un mí que moriría sin ellos
- esos ojos, frente a la cual ninguna canción
será cantada hasta el final
Traducción: Noris Roberts, Venezuela
¡VAMOS!
Dame tu mano, ¡vamos! Partamos de esta banalidad
-es cierto, nunca volveremos a ser niños
con los rostros encendidos de descuido inocente
pero aún podemos ser personas
completamente extrañas y completamente diferentes
y sin embargo podemos evitar las carreteras
todavía podemos, todavía podemos…
todo lo que nunca podría ningún niño
dame tu mano, vamos! a la locura de vivir sin imaginación
caminemos en el silencio el rostro vuelto hacia el sol
seguiremos solamente su rastro y despareceremos
cuando él desaparezca por completo
donde el tiempo no se mida en horas de escritura
donde todo pierda el sentido que lo compone
de puro altruismo, ansiedad
y lo más íntimo de las creencias humanas
ven, dame tu mano, vayamos
nos quitaremos la máscara y seguiremos siendo
dignos de nosotros mismos
nos encontraremos sordos y desnudos
y escucharemos cómo se reproducen en silencio
las cosas imposibles que van a ser posibles
crearemos una nación y una religión
su pabellón será el cielo y la inquietud de tus ojos
y cantaré sin parar hoy y mañana
en silencio mientras cantan en el lugar
más sagrado la oración y
anunciaremos juntos
dame tu mano, vamos, vamos a partir de este idioma
dejemos la palabra en lugar de hablar
mejor hablemos con nuestros dedos palmeados.
el calor intenso de las palmas será reconocido
mejor que el musgo, como el día que se convierte en
noche y la noche en día
todo lo que necesitas saber se encuentra
en nuestra propia sangre pulsante
Traducción: Elsa Salas Burich, Rosario, Argentina
RÉQUIEM PARA DOS
No puedo escribir nada esta noche.
la luna, las estrellas
esta noche no son otra cosa
que pantomimas cósmicas,
trucos de un mago sin éxito
grafemas sarcásticos de nuestra civilización,
sonidos desarticulados
que no nos dejan conocer
los designios del universo silencioso.
Y la tierra
seca como la pólvora del cañón,
esta noche
está inmóvil.
Como un punto.
Como un gran agujero negro
en el cual yazgo enredado en los lazos
- superfluo y acabado! - como antes,
pleno de una emoción desenfrenada,
extendido
sobre el claro
de tu ombligo.
Nunca treparé más sobre la punta de tu nariz,
ni tampoco saltaré de una de tus pestañas a otra.
No seré bañado más por tu mirada
que despertaba en mi un sinfín de cuentos de hadas.
Nunca más una mañana será inocente,
sin un recuerdo doloroso.
El viento se ha llevó hasta la última parte de ti,
y nada quedó en mi.
No renaceré jamás
bajo el simple efecto simple del tacto,
ni me meceré más el la cuna de tus labios.
El corazón sigue sin esperanza el reloj.
Nosotros no existimos.
No puedo escuchar tu voz,
ni tu sangre latiendo.
Menos aún allá donde las cosas están muertas
no dejamos nuestras tumbas atrás.
Ni nuestros huesos.
Lo que quedó no es más que la eternidad vacía:
existencia muda y larga como el hastío.
Sólo cartas muertas,
sólo palabras vacías.
Los pensamientos esparcidos flotan, una niebla húmeda se difunde
sobre los abruptos acantilados de los sueños.
Un motón de conchas petrificadas y aún sensibles
hacen el eco y quedan abiertos como murallas de ciudades en ruina.
Esta noche es ciega.
Esta noche es muda.
Esta noche la poesía está muerta.
Esta noche todo aquello que vive
- es profundo como un abismo.
Traducción: Elsa Salas Burich, Rosario, Argentina
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