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La ciudad en la palma de la mano?! Verán que se trata de Dubrovnik, La Ciudad que se puede
inscribir con mayúscula al tiempo de su historia. Sentirán esta palma de la
mano. Es la palma de la mano de aquel santo-patrón que lleva la ciudad en ella,
pero también la palma de la mano de la belleza ofrecida al mundo; la palma de
la mano abierta, lista para recibir cada mano buena, benévola.
¡La
ciudad en la palma de la mano! Sí, es Dubrovnik, la ciudad de los cubos de
piedra de los que cada uno se encontraba en la palma de la mano de sus antiguos
constructores. La ciudad construida a medida humana y de las estrellas.
Sentirán
esta palma de la mano. La suya también; la palma de la mano con la línea de la
vida, del amor y del destino, con la línea de la eternidad. Es la palma de la
mano de ofrecer y recibir, la palma de la mano de agradecimiento y de
bienvenida. Es como si abriesen la mano para que un pájaro se sentara a su
palma. Es como... ¡Verán: es Dubrovnik -
La Ciudad en
la palma de la mano!
¡QUERIDOS, SIEMPRE
BIENVENIDOS, VISITANTES!
Su
elección puede ser diferente: avión, barco o tren, coche, yate o autobús,
bicicleta, autoestop o por sus propios pies, pero su dirección es sólo una -
Dubrovnik.
Todo
conduce hacia ella, todo lo llevará allá, ustedes sólo decidan cómo y cuándo.
Si su decisión es otra, se privarán del placer único, de la insustituible
experiencia de la belleza; serán más pobres por no aceptar la riqueza que le
ofrece Dubrovnik. ¡No lo permitan! Existen por lo menos diez buenas razones
para visitar Dubrovnik: 1 - porque nunca ha estado aquí. Y a Usted no le gusta
la palabra nunca. 2 - porque ya ha estado aquí. Es muy lindo volver al lugar
donde lo ha pasado bien. 3 - porque le gusta viajar. Así es Usted y así quiere
seguir: ¡viajar, viajar, viajar! 4 - porque no le gusta viajar. Justo por eso tiene
que ir a Dubrovnik. Ella es como creada para Usted; es íntima como su propia
habitación, cercana como un salón, como si desde siempre hubiese vivido aquí. 5
- porque le gusta estar acompañado de alguien a quien quiere. Ha elegido el
lugar justo - en el quinto lado del mundo - allá donde está el corazón. 6 - porque
quiere estar solo. A su soledad, Dubrovnik pronto le unirá la suya. 7 -porque le
han convencido que la visitara. Hicieron bien, ¿no es así? 8 - porque le gusta
Shakespeare. Todos los caminos de Hamlet llevan a la Fortaleza Lovrijenac.
9 - porque le gusta pasarlo bien. No es el único a quien le gusta y no estará
solo en eso. 10 - porque así lo quiso. Usted siempre lo hace de esta manera.
¿Por qué no? Le espera - Dubrovnik.
Pregunte a los cosmonautas. Desde la cabina de la astronave, Dubrovnik atrae
las miradas con el bolero de la piedra de sus muros. Como el caracol sonoro de
la vida, Dubrovnik yace a la orilla de Adriático, en Croacia.
Pueden
llegar a Dubrovnik de todos las partes del mundo. Desde ella pueden ir a
diferentes países del mundo, pero también pueden volver - siempre - a
Dubrovnik. Dubrovnik no es una ciudad para un viaje; ella es el regalo para
toda la vida. Dubrovnik reconcilia y une lo clásico de sus formas y el
romanticismo de la experiencia de diferentes estados del alma. La historia en
ella se transforma en la eterna espiral del laberinto. En el viejo puerto de la
ciudad fácilmente imaginarán los antiguos veleros, los siglos pasados de
riqueza, poder y fama. Dubrovnik fue una República con mil años de libertad. La
cultura, la literatura, la pintura, la arquitectura, la filosofía, la ciencia,
la música y la diplomacia de Dubrovnik, son parte irresistible de la herencia
cultural de Europa y del mundo. Dubrovnik está bajo protección especial de la UNESCO.
En
Dubrovnik Usted llegará a ser dubrovniense, ciudadano del Mediterráneo, gente
del mar, si ya no lo es. Y sin conocer la lengua, entenderá sobre qué pían los
pájaros, sobre qué cantan las klapas
de los cantores populares. Comprenderá que Dubrovnik es el amor y la alegría de
la vida bajo el sol común.
Doscientos
cincuenta días al año (quizás un día menos o un día más, no seamos tan
pedantes) el cielo sobre Dubrovnik es claro y muy soleado de día. Y de noche
está azul y estrellado y el mar repleto de luz de la luna plateada, que con su
voz seductora le invita a los rodeos nocturnos. Acepte esta invitación; acepte
todo lo que le ofrece Dubrovnik, su cielo, su mar, su piedra y su gente; sus
especialidades de la cocina nacional. Mire los espectáculos de los Juegos de
Verano de Dubrovnik, escuche los conciertos, visite las exposiciones, ascienda,
nade, sumérjase al agua, baile, pesque, saque fotografías, converse, piense,
sueñe, ame, haga todo por sí mismo. Se sentirá divinamente, lo mejor,
incomparablemente, porque Dubrovnik es incomparable y no hay que compararlo.
Quien
no visite Dubrovnik, no tendrá qué contar a sus descendientes.
Luko Paljetak
(Traducción al español: Željka Lovrenčić)
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