EL NÚMERO FINAL DE ESTRELLAS
(Konačan
broj zvijezda)
En la arena se pelearon todas las palabras.
Pero, tan sólo por un momento.
Porque Dios las destruye con el viento
Y todo vuelve al comienzo.
Pero, la arena es persistente
Y no hay hombre
que no se haya desmoronado en ella.
Ahora es noche.
En el desierto está inscrito
El número final de estrellas
y en mí ya no hay
barca que divida la muerte por mitad.
ORO AL REY MUERTO
(Zlato mrtvome kralju)
En el desierto la arena se cambia como propina
en el bazar. La
cinta de la vida se desenvuelve por encima de las dunas
y las caravanas
llevan el oro al rey muerto.
Vientos centenarios recogieron las
pirámides; la gente fue tan sólo
sus manos y luego
polvo. ¿Quién trajo la noche al corazón de la pirámide
y ahora orgía en su oscuro sentido?
Y como sí debajo de la arena se
encuentre un texto secreto que nosotros
todavía no sabemos
leer. Solamente los camellos admiran nuestros ojos
que devoró El Sahara. Sacan la lengua
y sin error encuentran el oasis imaginado.
LLUVIA EN LOS CUERPOS
(Kiša u tijelima)
Pasa, agua, por detrás de las
fronteras. Métete en las latas que por años comían oscuridad de sus fondos aherrumbrados,
a los temores por los montones repugnantes, por las moléculas que no se dejan
esparcir.
Quizás la lluvia sin embargo apoye el
agua en los cuerpos, quizás la gente se distraiga con el preludio de la
inundación y tanteen la tensión de la superficie.
Pasa, agua; detrás de tus átomos, descubre
que había antes de la sed y el sonido. Muerde el hueso de la creación, alisa las
letras divinas en una frase humana.
PRACTICANDO EL
FUTURO
(Vježbanje
budućnosti)
Estoy revolviendo los guijarros cerca al mar, reorganizando
los significados, amarro los rayos de sol en ramos de hinojo.
La
bahía se aferra a mí, los botes son mansos corderos. En mí se encuentra un
monasterio apagado en el que el sol ayuna continuadamente y la luna todas las
noches pellizca el pedregal de Pag.
Calenté
todas las plegarias de la habitación, esperé al Dios que me ha untado las manos
con aceite y en mis oídos ha escondido sal. Y de nuevo tengo que recogerme en sí
entre los guijarros esparcidos y torres de arena derribadas.
Y
apenas empecé a jugar, colocar pedazo por pedazo de Velebit[1]
y descuidadamente practicar el futuro.
EL ÁNGEL TÍMIDO
(Stidljivi anđeo)
El ángel esconde la espada. Se avergüenza de su poder.
Le
gustaría más recoger las moras silvestres,
y probar el caballo alado que corre hacia el horizonte.
Pero, él es un ángel.
Los niños persistentemente se apoyan
en su nombre y
los espíritus malignos exigen la batalla.
Su espada es la palabra; por fin lo
comprende.
Y comete el pecado de la poesía.
PROMESA
(Obećanje)
Eva no soporta la oscuridad que cae
como la ceniza del plumero y riega los vidrios. Pero, solamente oye palabras
falsas, restos de conversaciones muertas y gente desde hace mucho tiempo
desaparecida.
Cree que sus pies todavía reconocen los
colores y que puede omitir sus anillos abandonados.
Eva piensa que no tiene que explicar
su feminidad, le gusta más atraer intérpretes melosos para que le hablen.
Su cuerpo es el centeno que desaparece
en la boca inexperta. Tan sólo le queda la promesa que ningún Adán aún ha
logrado cumplir.
LA HOJA EN LA HOJA, EL PÁJARO EN EL PÁJARO
(List u listu, ptica u ptici)
Qué misterioso
estás en los colores,
como el hombre que
ha perdido pedazo por pedazo la cara.
Tus palabras las
coge el viento que las esparce
como arena
inmadura
y tu silencio se
hace pintor de las nubes
en el ecuador del
cielo por fin centrado.
La noche es la conversación
sin logros con los colores.
Tu secreto
de repente es la
santidad del universo,
la hoja en la
hoja, el pájaro en el pájaro.
Por fin estás por
todas partes,
profundo tras las
franjas luminosas
que se riegan por
las playas.
EL BALANCEO DE LAS PALABRAS
(Njihanje riječi)
Ves, la oscuridad es pájaro sin alas,
aterrizado sobre el lodo dorado del
silencio.
Y aquí está ese único discurso
que lleva al perro hacia el hueso
y sus ojos que ladran
persuade a la felicidad.
¿Quieres por eso pensar
que hay oscuridad antes y después de
la luz
y que las palabras constantemente
se balancean sobre el abismo?
¿Hablarás simplemente
o colocarás las palabras en los
cuadros,
y los cuadros a la cosecha negra?
¿Mirarás fijamente la nieve indecible
que se desmorona
entre los dedos inactivos?
LOS DESIERTOS SON TAN SÓLO UN CAPÍTULO
(Pustinje su tek ulomak)
Fuimos torres en el desierto,
sombras que dibujan letras misteriosas.
Éramos el silencio que muerde los cuerpos,
el viento que sopla hacia adentro.
Ahora baja al lujo de las dunas,
te espero cubierto en el abrigo de arena,
te recibo en la canción
que se nos desliza por las caras.
¿Ya alcanzaste la noche
para llevarme a la carpa insomne?
Lo sé; todos los desiertos son tan sólo un capítulo
de nuestro corazón,
sangriento por el amor incauto.
CORAZÓN
EMPLUMADO
(Pernato srce)
Salvaste un gorrión,
lo envolviste con tus manos
como si fueran un refugio frente a la nieve.
Ese es tu otro idioma
en el que conversas
únicamente con los pájaros.
Con una bandada de grúas
pruebas el cielo oriental
que se inclina hacia la Tierra
y con las hormigas consulta
sobre la gente y su oscuridad.
Pasas la noche con las palomas
entre los edificios agrietados
y acomodas tus oídos
a las voces de reñidos coinquilinos.
Salvaste tan sólo al gorrión;
tu corazón y el del emplumado gorrión
que late como
un alegre tabor de amor.
LA NOCHE
SE LAVA DE LA LUZ
(Noć se pere od svjetla)
Te preguntaba de las ciudades
oscurecidas cuyos ríos impedían el camino a los caminantes. Tus oídos empezaron
a temblar y en seguida negaron la pregunta. La conversación se atascó entre dos
casas que estaban hacia una calle cada vez más estrecha. Viste un cuervo y el
gran presente se derramó por tu estómago. Tu eres la hierba que crece y sin nada
más, que al sol continuadamente sugiere su verdor. Yo estoy cerca de ti, en el
sonido que se mete entre los árboles, en la noche que apasionadamente se lava de
la luz. Me quité los zapatos, me quité el cuerpo, doblado en el cáliz de tu
flor. Tenemos la respuesta a la pregunta, partida en nosotros que por fin
cambiamos nuestras caras.
EL AMOR
SE BIFURCA EN LAS LENGUAS
(Ljubav se račva u jezike)
La corteza se cae sola.
A través del árbol pasa la cascada de
luz.
El pensamiento regresa al nudo
original.
Para desentrañarlo,
busco mis incrustaciones interiores.
Me levanto con la luz
y me meto en cada interlocutor.
El amor se me bifurca en lenguas
llameantes,
las islas caminan por el mar
y se oyen en vez de los pájaros.
Me ilumino con una vela
para recibir una cara nueva que se ríe
y cuando el mar hambriento enloquece.
Mis paredes se adelgazan,
a través de ellas la noche ya busca la
mañana.
Davor Šalat nació
en Dubrovnik en el 1968. En la facultad de Filosofía y Letras se graduó en la
literatura comparada y letras hispánicas. Ha publicado siete antologías
poéticas y cinco libros de ensayos y críticas. Es ganador de los siguientes
premios: Goran para los poetas jóvenes, Zvonko Milković para la poesía
intimista, Stjepan Kranjčić para la poesía y ensayos y Julije Benešić para el
mejor libro de críticas. Ha traducido la antología poética del premio Nobel español Juan
Ramón Jiménez Eternidades y ciclos de poemas de algunos poetas hispanófonos. Ha
redactado selecciones de poesía de diferentes poetas croatas y panoramas de la
poesía croata contemporánea en inglés y alemán (con Boris Perić). Es coeditor
de la antología del Festival poético internacional de Zagreb (con Lana Derkač).
Participó en diferentes encuentros y festivales poéticos nacionales e
internacionales y en simposios literario-científicos. Sus textos literarios han
sido traducidos a una decena de lenguas. Es presentado en varias antologías y
panoramas de la literatura crota contemporánea. Es redactor en jefe de la
revista Most (El puente)/The Bridge y de la revista Kolo (La rueda). Ž. L.
[1] Velebit – la más grande, aunque no la más alta cordillera en Croacia (N. de la
T.).
No hay comentarios:
Publicar un comentario