"CROACIA-CHILE: LETRAS Y CULTURA" es una página y blog dedicada a difundir la cultura y, en especial, la literatura croata desde sus inicios hasta nuestros días. Reúne poemas, cuentos, artículos, ensayos, fotografías, notas de viaje, etc., en torno a la República de Croacia y, también, a los estrechos vínculos que unen a la nación europea y Chile. Está abierta a colaboraciones y pretende presentar un amplio espectro de manifestaciones culturales.
jueves, 27 de enero de 2022
miércoles, 26 de enero de 2022
jueves, 13 de enero de 2022
VEINTE POEMAS DE STANKA GJURIC (TRADUCCIÓN DE ZELJKA LOVRENCIC)
Intención
(Namjera)
Me despierto temprano
para mirar a través de las rejas
a la mañana oscura.
Quizás podré doblar el metal, pasar con
mi cuerpo por el estrecho pasaje, volar.
Allá, afuera, me espera un obstáculo
que no puedo y no quiero evitar:
un hombre hecho de convicción y de
despecho.
Está parado como segador
con mortal sonrisa amorosa
en su rostro de encubierto sinvergüenza,
perseguido por un deseo que no puede
saciar.
Yo vengo a disuadirlos;
conmigo, de mí misma;
a esos dos amigos inseparables,
compulsivos.
Esta
noche
(Večeras)
Esta noche, a ti despierto,
no te puedo sobrevivir.
Mi sueño es una ventana sin vista,
sombra en su insensible acuarela.
Ahora, todavía por un rato puedo recordar,
antes del naufragio,
antes de esa conjura pasajera;
cubrirme con sellos de besos discretos
con labios fuera del fuego.
Ciudad
(Grad)
Por fin tenemos una ciudad
como a la que temíamos en nuestros sueños:
jaula para las paredes destruidas
y sombras temblorosas.
Desde ya hace tiempo esperamos
tal hundimiento,
parecido a silencio festivo,
ensordecido por un olvido clamoroso,
parecido a arma pulida
de suicidas refinados.
Clave
(Šifra)
Mi cuerpo se desprende de mí ser.
Quebrada, desganada aprendo a caminar
porque parece que es en vano.
Hace mucho tiempo salí de sí misma,
ya no me recuerdo.
Yo soy la clave,
tesoro sin llave,
quizás devastado.
No hay manera de conocerme,
de encontrarme ni por fuera, ni por
adentro.
Alemania
(Njemačka)
Frente a mí un llano extraviado;
reconozco la mañana por el tacto.
Todos los rostros son manzanas verdes que
como aguacero
caen sobre Zagreb,
golpes romos y blandos en la piedra
estancada.
En el sueño de mi padre se dibuja
Alemania.
Aquí él es minero y no tiene prisa de ir a
la casa de tibias entrañas;
sonríe desde el carbón ardiente.
Cuando digo “a casa” pienso en Zagreb,
pienso… en el sueño de mi padre
se blanquea solamente Alemania.
Inocente
(Nedužno)
Todo es inocentemente entregado a una
tranquilidad despótica.
Quizás por ingenuidad, buenas intenciones,
esperanza innecesaria.
Entregado casi a una muerte,
rápida y violenta
como dedal de ardiente aguardiente
que prolijamente corre por la garganta con
la fuerza
de cuidadosamente previstos golpes.
Sobre nosotros está el toldo de las
antiguas experiencias
y aquí está para protegernos, pensó, del
presente.
Un
paso adelante
(Iskorak)
Salté el día como si se tratara de una
cerca de alambre de púas.
Con miedo de herirme,
con alegría porque me encontraré del lado
donde, comprendo,
hay
lugar para una carrera larga y agotadora,
a pesar del obstáculo siguiente, seguramente
amenazador.
Quizás arbustos fabulosos de temibles
espinas
o sogas irrompibles extendidas paralelas
al cielo
que tranquilamente indican a una aliviada
y solitaria
olvidadiza calma.
Vigilias
(Bdijenja)
Qué todo dure poco tiempo;
y las llegadas y las salidas,
desfiles, discursos, farsas carnavalescas…
Que tan sólo continúen las vigilias proféticas
al lado de tu estrecha y pequeña cama
cubierta con cobija porosa,
rodeada de campanas forjadas
que supuestamente te protegen del origen
del silencio,
del vacío excesivo,
y donde tus ojos, sobre la consola con un
trapecio,
ajustados con alfileres sobre una lámina
de corcho
como aquella donde se encuentra ensartada
la foto
de tu perro,
en la desdeñada casa de un papel arrugado,
se privan de lo más querido,
para siempre, incondicionalmente.
Sin
respiro
(Nedišući)
Desato la cansada serpiente de la piedra,
levanto el ancla, zarpo.
Navego totalmente sola.
No hay ni déspotas ni esclavitud.
Las máquinas respiran por mí,
cuando yo lo olvido.
El mundo exterior, absorto en sí mismo,
ya no me puede llamar,
esconderse en su cáscara rota.
Un día perdido, otro regalado,
pero tan sólo uno.
De nadie me voy, de ninguna parte vengo;
sola me despediré,
me recibiré, me empujaré al mar.
En una barca temblorosa y ardiente,
empapelada con el penacho de una capa
y agujitas rotas,
encontraré el veneno-serenidad
escarbando por mi herida,
curándola, sin respiro.
Al
amanecer
(U svitanje)
Se fueron y los últimos invitados;
sólo quedó el animal en medio del asfalto,
en la risa sardónica y en el grito.
Una sonrisa amarga le corre por la boca.
Bajo mi ventana ella es un hombre,
trovador por el que sacrifico mi sueño
en el amanecer de mayo.
Mientras en sus pensamientos todavía sigo
despierta y sosegada como el búho,
él se calla y llega a ser más silencioso
que el alba
que amanece en nuestros ojos.
La
cruz
(Križ)
A unos cincuenta pasos, el alambre y una
roca de cristal
me separan de los pájaros blancos que
frente a mí
se precipitan de los techos al abismo.
Desde la lejanía parecen
pequeños aviones de papel
que, lanzados hacia arriba,
ligeramente y sin dolor caen al suelo.
Haciendo con nuestros cuerpos una cruz,
mi perro y yo
en el mismo sillón,
esperando que el día nos cuadre
nos prepare para el infierno hirviente.
Lista para la creación,
con la cruz sobre el pecho,
me entrego a esa hazaña, aventura,
tan sólo tras despertar.
Gente
feliz
(Sretni ljudi)
Detrás de la negra pared de vidrio,
réplica del crematorio en el que
limpiadoras por la noche
usan ciclón B como perfume
contra los parásitos incestuosos,
duerme la gente feliz.
No me molesta el traqueteo cotidiano del
bus
que, aparcado bajo mi ventana, muy
temprano en la mañana
espera su variada multitud de trotamundos,
porque siempre cuando me encuentro con
estos incansables caminantes
por las acaloradas plazas,
pienso en los sabrosos caramelos de
gelatina
en forma de luna creciente, espolvoreados
con cristal de azúcar,
verdes, amarillos, violeta,
y sonrío hasta el mismo fondo de la
bolsita
de estos dulces irresistibles y esto dura
largo tiempo.
A veces, de paso,
estoy ligeramente rozada por su alegría,
como por mano infantil involuntariamente
pintada
con el pastel dorado;
fácil y rápidamente lavable.
Acercamiento
sigiloso
(Prikradanje)
Mientras estás tendido de costado,
Sigilosamente voy hacia el agua.
Fiera que sueña su sed.
Crueldad y preocupación
en este camino difícil,
porque quizás es mentira,
me llevan al despertar y a mi meta.
El
cuerpo de la ciudad
(Tijelo grada)
Me quito
el pequeño cuerpo de la ciudad.
Dormir entre esa desnudez
se hace más fácil que morir,
lo que es tan sólo la privación de la
sensualidad de la estrechez.
Juventud
(Mladost)
Mi cuerpo espera
que de cuchillos se llene el círculo.
Un instante antes de la caída de la
sombra,
cuando la blancura se hace abismo.
Sólo que la sangre no me abandone
y me proteja la larga y soberbia
juventud.
Reconocimiento
(Prepoznavanje)
Encerrada en la imposibilidad,
yo no soy aquella a la que amo.
Con las entrañas hechas de misericordia,
más famosa que mi duda,
me reconozco sólo al gritar.
Punto
de apoyo
(Uporište)
Bajo el grueso hielo
mi dolor no envejece.
Y por eso estoy aquí,
para mantenerlo flexible como entusiasmo,
más hábil que el juego.
Esto es todo lo que puedo o debo:
del lento cauce ser el apoyo.
Vuelo
(Let)
Con el lápiz en la mano a veces pareces un
guerrero;
estás listo a morir después de tantos
ataques.
Es raro vivir así
y estar rodeado de una felicidad
indeseada,
de la persistencia de una luz superior,
en el momento cuando nada te es más
sagrado
que la caída que es el vuelo
inmortal.
La
palabra
(Riječ)
Hechizada, acepto en sí una única palabra.
Imposible de detener.
Conocida y al mismo tiempo tan extraña:
pálida,
despreocupada y fácil cuando en ella no
encuentras sentido
y apoyo, y fielmente misteriosa y audaz
en su mágica adhesión, curación;
cuando por lo menos imaginas que te es
necesaria,
que sin ella es imposible.
Como oración repito a ese prolongado,
con voluntario ascetismo marcado anhelo,
enredadera en mi alma.
A
ella
(A
mi madre)
(Njoj)
(Mojoj
majci)
Pensaré en ti,
en tu rostro de lienzo renacentista,
en tus anhelantes ojos
mirando la lejanía,
en el momento en que tiembla una mano
hábil
que de la manera maestral
con el pincelito pone el óleo caliente,
y el azul lo extiende con los dedos
imprimiendo el encaje de tus anhelos,
aplacado, fascinante
delante de la diosa,
cuando me haya ido.
***
Nunca fuiste más bella
y para mí serás más bella en el tiempo que
está por venir,
aquel en el que todavía nadie te conoce;
tu tierna alma atravesada por el viento,
a la que nada hizo daño
y que sabe resistir
a la tempestad terrible
mientras mi fidelidad
te sigue desde lejos.
Traducción: Željka Lovrenčić
Sobre la autora:
Stanka Gjurić,
poeta y ensayista croata, nació en Čakovec en el año 1956. Hace ya muchos años
vive en Zagreb. Es miembro de la Sociedad de Escritores Croatas, de la
Comunidad Croata de Artistas Independientes y de la Academia Croata de Ciencias
y Artes en la diáspora y en su patria (Basilea, Suiza).
Es autora de
veinte libros. También, ha publicado una cinta de audio, o sea, CD con sus
versos y una colección de video poesía en el You Tube.
Debido a su
intensa actividad artística, en el 2009 fue proclamada consejera croata de la
Gira Mundial de Paz para los Niños (World Piece Tour 4 Children), con sede en
Los Ángeles (Estados Unidos).
Es la autora de
columnas en muchos diarios y semanarios croatas (Večernji list/Periódico
Vespertino, Slobodna Dalmacija/La Dalmacia Libre) etc.).
En el año 2006
empezó a trabajar en la dirección de cine. Como autora de películas libre e
independiente, con sus obras de las cuales la más conocida es “Pensamientos que
matan”, participa en numerosos
festivales de cine alrededor del mundo donde ha ganado muchos premios. (Ž.L.)
domingo, 9 de enero de 2022
POEMAS DE DIANA BURAZER (TRADUCCIÓN DE ZELJKA LOVRENCIC)
Retrato inconcluso
(Nedovršeni portret)
(al
hijo nonato, Felipe)
Te asigné localidades
en las que puedes estar.
Inventé y reglas
por las que puedes crecer.
Escribí versos
en los que te me puedes acercar.
Construí la casa
en la que podemos encontrarnos
lo suficientemente lejana
que no nos asuste.
Solamente desconozco
la manera
en la que nos vamos a querer.
La concha
(Školjka)
Se arrincona en lo más profundo de su
coraza
cuando
de la profundidad
la tira el mar
la arrastra la ola
y la pone al borde del mundo.
Rápido cierra todos los orificios,
conecta el programa extremo de salvación,
apaga los sentidos menos necesarios:
no
tiene que verlo todo
ni
tiene que saberlo todo.
Difícilmente se lleva con el montón de
sonidos desconocidos.
Respira corto,
vuelve el oído hacia el mar abierto,
por si acaso,
quizás
encuentre
un buque transatlántico.
(De la antología poética “Druga kuća”/” La
otra casa”)
La naranja (o poema al amor)
(Naranča /ili pjesma o ljubavi/)
Madura y grande, la tomo en mi mano izquierda.
Con la derecha la acaricio,
con el dedo índice toco casi cada arruga
Empalmes
en los que habita su tristeza endurecida
siempre me sorprenden con su tamaño.
Con la uña hago la primera picadura.
No pone mayor resistencia
ni protesta.
En silencio con una lágrima amarilla
una y otra aceptamos el proceso
desagradable que nos sigue y
señalamos el comienzo.
Luego todo sigue corriente:
le desnudo un hombro,
luego el otro.
Sigue la cintura.
Pronto, totalmente desnuda
en una transparente delgada camisa
tiembla frente a nuestros ojos.
Anda, divídela, parece buena –
dices esperando en una distancia de la que
todo parece bueno.
Prolongo los últimos movimientos al
desnudarla
porque sé que cuando la desnude y divida
totalmente
será difícil mantener
hasta el recuerdo
de la belleza de su totalidad.
Banderas
(Zastave)
Es triste la valentía de los abanderados en
la guerra
en las manos
en vez de armas
llevan la bandera
por la que, le han dicho, hasta vale la
pena morir.
Generalmente es muy joven para entenderlo
todo,
pero la confianza de muchacho y el
entusiasmo son suficientes
para el acto mismo de portarla.
Sin embargo, soñaba que cabalga sobre un
caballo,
manejaba un tanque,
atacaba con el fusil.
Debido a la multitud en el campo de batalla
y los gritos de guerra
de ambas partes ya no estaba seguro de
nada.
Y tampoco tiene tiempo para pensar.
Tan sólo ataca apretando hasta el dolor
su herramienta
de madera
estéril.
De vez en cuando, gritando los apenas
aprendidos eslóganes
alimenta su valentía rendida.
En el amplio, de hace poco verde prado,
su muerte es
casi fútil.
La bandera que llevaba ya mañana será
pisoteada o quemada en algún lugar de cualquier
ciudad.
Las medallas las reciben siempre otros.
De los muchachos abanderados,
igual que de aquellos
que llevan el agua a los sedientos
nadie se acuerda.
El cubo
(Kocka)
En lo helado
de vidrio,
en el de vidrio
de cristal,
en el de cristal
de azúcar,
en el de azúcar
envuelta
como la joya más valiosa
alegría
que todos los días
pongo en el café matutino.
Que tomo de un sorbo.
Sorprende
la facilidad
con que me creen.
(Del libro “Manzanas Celestiales”/” Nebeske
jabuke”)
He comprado un cerro
(Kupila sam brdo)
He comprado un cerro.
No la casa –
la casa tiene paredes, techo
calor, familia.
He comprado un cerro.
No un bosque –
el bosque tiene grandes árboles,
un sol cubierto de ramajes
de la sombra frondosa, seguridad.
He comprado un cerro.
No un prado –
el prado es plano,
de verde sencillo;
el cielo se ha hundido en él.
¿Qué haré con el cerro?
Estoy parada en su cima
me vuelvo a todos lados.
Todo,
todo es posible – me dice
el creador eterno
sin ninguna herramienta ni tiempo
disponible.
Y agrega –
solamente sí sabes por qué compraste el
cerro.
Bueno – digo conciliador:
soy pintor
y no, no lo soy,
soy poeta
y no lo soy.
El soñador
que ha comprado el cerro –
sí, si lo soy.
La lámpara de los mineros
(Rudarska svjetiljka)
Desapareció el deseo de investigar
las cosas
acontecimientos
movimientos.
Sí doy una ojeada por debajo,
de lado,
en lo profundo
o me traslado,
quizás todo será diferente.
Pero hay que tener tiempo
para una vida más.
Fuera de nuestra voluntad
se reorganizan acontecimientos conocidos
un nuevo orden y sentido.
Muñecas sin caras
apenas vestidas
pasan por un túnel estrecho y oscuro,
se voltean
buscan una mano
el bastón blanco.
Estoy casi segura
que no hay necesidad de esa luz enorme,
para una vista impecable.
Cuando todo falle completamente
será suficiente una pequeña lámpara en mi
frente.
Para los dos.
El tiempo lo ocupa todo
(Vrijeme sve zaposjedne)
Como un coleccionista aficionado
el tiempo
cada rato trae algo,
depone cargas en nuestros días,
años.
El espacio a nuestro alrededor se pone
colmado de cosas,
sus sombras,
sombras de sus sombras.
Sobre los bordes afilados
formas inexistentes
se rompen irregulares.
Pegadas a la pared se parecen
a los seres espaciales
en el observatorio
que nos amenazan con la ejecución.
Abro la ventana.
Las sombras se retiran
a los rincones más oscuros de la pieza,
en el centro
una enorme luz mata a los monstruos
restantes,
a los más valientes.
De nosotros nada se pide.
Solamente estemos
como recipientes del tiempo,
como calendarios anuales
en los cuales todo está apuntado
en caso de que hayamos olvidado
y aquello
que no queríamos.
(De la antología poética “Nebeske
jabuke/”Las manzanas celestiales”)
Contra la televisión
(Protiv televizije)
El rápido comercio de la guerra, el hambre,
reconciliación, abundancia.
Las noticias viajan.
Con algunas frases sencillas,
Con un suspiro débil y vacío,
los políticos se deshacen de la culpa,
los guardias cuidan el Titanic dormido
en el fondo del mar.
Las noticias viajan.
La tardía novedad sobre el descubrimiento
de la medicina contra una enfermedad mortal
solamente entristece a un padre
que por fin tiene
el momento triste de nuestra atención.
Esquiadores hábiles en la negra pista
valientes boxeadores en la pelea
en las tribunas la canción, las banderas y
la sangre.
Las noticias viajan.
La única tierra de que dispongo
está crucificada sobre la pantalla
calladamente soporta las clavadas
nubes
que amenazan con tempestad.
El día de mañana
entro en irrazonables disputas
pronuncio frases ajenas.
EL mundo que es mío,
y el mundo que no es mío,
juntos en esa caja fatal
varios días luchan
entre la vida y la muerte.
Y de mí
ninguna ayuda.
Búsqueda
(Potraga)
Todo empieza por abrir la ventana.
Primero, nos dejan los ojos;
tras ellos los objetos
del recuerdo.
La casa vaciada
llega a ser
jaula con un pájaro.
¡Por poco tiempo!
En
el prado se acostaron las estrellas,
todo el cielo.
Un universo seductor
negando el sentimiento de culpa
por haber abandonado a alguien.
Según la enseñanza de los nómadas
levantamos la carpa
prendemos pequeños fuegos
hacemos la cama a la entrada.
Toda la noche enviamos
señales de humo
hacia ajenos exilios voluntarios
convencidos que así empieza
la búsqueda de sí mismo.
La isla, en invierno
(Otok, zimi)
Ya hace días te preparas:
suéter caliente, paraguas,
un libro de cuentos cortos.
Te reorganizas por dentro,
aprendes, siempre de nuevo,
el orden inverso,
una corta inmigración.
Y llegas preparado
para la red del mar y del viento
en la que alegremente,
serás envuelto.
¡Te espera el bien conocido paisaje
horizontal!
Como sea,
llevas tu cámara y encuadras:
en la pared en Podloža[1] el
alcaparro en flor;
la iglesia ha renovado el campanario;
en la costa las sardinas de ojos tristes;
bajo impermeables transparentes
los turistas perdidos.
La maleta
que no fue desempacada
ya espera en el corredor.
En este tiempo prestado
no dejamos nada
para siempre.
El anciano y el mar
(Starac i more)
En los párpados barcos dormidos,
enrollados en el regazo,
en una corteza de pan,
el resto de la merienda,
descansan las manos secas
de la pena
del pescador y peón.
Tormento
En la costa
un turista solitario
presiente la lluvia,
apenas llegados los periódicos al quiosco
traen noticias de todo el mundo,
barcos ajenos zarpan…
Tiene que haber algo
entre el cuerpo anclado en la silla
y el mar ventoso, la navegación.
¡Tiene que existir!
El desacuerdo entre
tus dedos y la vista
te ofrecen tan sólo inquietud.
Y un intranquilo sueño en la tarde.
El sueño
(San)
A menudo sueño
como ando por el borde
derecho
sin posibilidad de retiro
o desvío.
Y la caída
bajando las escaleras
altas
empinadas
sueño.
¡Pero nunca los golpes!
¡Nunca el dolor!
Tiendo a creer que las madres
se reencarnan en ángeles
y que ellas justamente nos mantienen
alejados de los diez centímetros de salvación
de la realidad.
Restauración
(Restauriranje)
Por largo tiempo expuesta a una luz muy
fuerte
demasiado tiempo encerrado en el calor
amoroso
la escena,
cubierta por tu mano,
palidece.
Sabiamente tomo el pincel
pongo más color
agrego el rubor a la muchacha.
Dibujo también la sonrisa
de la que estoy segura
que al principio existió
en su bellísimo original,
y que todavía se encuentra
bajo la capa de pintura
que durante años agregábamos como
aficionados.
Del ciclo “Pequeños escritos sobre: Las grandes palabras” (libro “Las manzanas
celestiales “)
Soledad
(Samoća)
Al comienzo,
cada día
practicábamos despedidas,
primero, pequeñas,
cortas,
para que no le duela a nadie.
Más tarde se movieron
mecanismos interiores secretos
para la rápida y exitosa separación,
el abandono.
Parece que vivimos más sencillamente,
el pasado es otro estado
que no nos obliga
a nada.
De vez en cuando examinamos
la pesadez de nuestra soledad
midiéndola persistentemente
por todo lo que ya no existe.
La enfermedad
(Bolest)
En la isla de la crueldad
lejos de la tierra firme y segura,
lejos de las palabras existentes
y aquellas que todavía no han sido
inventadas,
silencio
paciente
inseguro
trata la enfermedad.
La lleva por largos corredores verdes
roza los labios
de aquellos de los cuales se esperan las
palabras,
y de aquellos que esperan que sean
pronunciadas.
El silencio es sabio predecesor
de un posible diálogo.
La verdad
arrinconada
habla un idioma diferente
en cualquier otro tiempo
en el que ninguno de los presentes ya no vive.
Sola,
y necesaria para pocos,
se apaga en los márgenes de la eternidad.
Valentía
(Hrabrost)
Aquella verdadera, es silenciosa y no
planeada.
Como un abrigo azul, se agita en los
hombros apenas levantados. La valentía es solitaria en su conquista.
No acepta la manada. ¡Ser valiente en
montón – no es valentía alguna!
Gritar, manotear (o, Dios- me -libre
blandir un arma) en una ciudad tranquila es tan sólo la triste incapacidad de
sobrevivir de manera diferente.
La verdadera valentía no es completamente
consciente de su misión ni de las malas consecuencias que trae para su
portador.
Todo lo demás son tan sólo sus pálidas
variantes. Y ellas, lamentablemente con mucha frecuencia, de manera inadvertida
ponen bajo su control su significado original; presumen de sus méritos, llevan
sus órdenes e, inmerecidamente, esperan honor y celebración.
Nota sobre la
autora
Diana Burazer nació en Zagreb el 23 de
octubre de 1953. Se educó en Pleternica y Ljubuški (Bosna y Herzegovina) donde
terminó el liceo. Se graduó en matemática teórica en la Facultad de Ciencias
Naturales y Matemáticas de Zagreb.
Desde el 1977 hasta el 1992 vivió y trabajó en Mostar donde fue uno
de los iniciadores de las actividades de la institución Juventud literaria y de
las publicaciones para la juventud (biblioteca Idem / Voy). Desde el año
1992 vive y trabaja en Zagreb.
Su poesía se presenta en numerosas antologías.
Sus poemas han sido traducidos al francés, inglés, alemán, noruego,
español, polaco, ruteno, ruso, búlgaro, ucraniano, macedonio y esloveno.
En el 2007 sus poemas elegidos y traducidos al español por Željka
Lovrenčić han sido incluidos en la antología poética Puentes. Poesía Croata: Diez poetas contemporáneos croatas (Mostovi.
Hrvatska poezija: deset suvremenih hrvatskih pjesnika) que editaron la
Sociedad de Escritores Croatas y la casa editorial boliviana Correveidile. También, en el 2011 con
sus diez poemas fue incluida en la selección de la poesía croata contemporánea Bajo
la ceniza del antiguo fuego (Guadalajara, México, traducción de Željka
Lovrenčić).
Es miembro de La Sociedad de Escritores Croatas, de la Sociedad de
Escritores de Bosnia y Herzegovina y del PEN croata.
Ha publicado siguientes
antologías poéticas:
Nesvanjivo (Sin amanecer, Sarajevo: “Svjetlost” / “Luz”, 1974),
Četvrti zid (La cuarta pared, Sarajevo: “Književna omladina” / “La juventud
literaria”, 1984),
Na odmorištu između dva svijeta (En el descanso entre dos mundos, Zagreb: “MD”, 1994),
Druga kuća (La otra casa, Zagreb: “Jutro poezije” / “La mañana de la poesía”,
2003),
Izvan zaklona (Fuera del refugio, Priboj: las poesías escogidas y publicadas en
la biblioteca Manualis Labor, 2007).
Naranča (La naranja, Zagreb: “Fidipid”, 2008).
Nebeske jabuke (Las manzanas
celestiales, Zagreb: “Fidipid”, 2018)
Los libros La otra casa y La naranja estaban entre los
cinco mejores libros para el Premio anual del mejor libro de poesía en Croacia Tin
Ujević.
Sus libros
publicados en otras lenguas:
Портокал и друга куќа (Naranča i druga kuća /
La naranja y La otra casa) – selección de la poesía en la lengua macedonia, Skopje:
“Makavej”, 2012)
Зимни Портокали (Zimske naranče / Las naranjas invernales) – selección de la poesía en la lengua búlgara,
Varna: Academia Eslavena, 2013
Час, який нам залишається (Vrijeme
koje nam preostaje / El tiempo que nos queda) – selección de la
poesía en la lengua ucrania Luck
(2015)
Premios
y reconocimientos:
Antun Branko Šimić – premio para los poetas jóvenes, Drenovci, Bosnia y Herzegovina, 1970
Slovo Gorčina – el premio (el primero desde que existe) para los poetas jóvenes,
Stolac, Bosnia y Herzegovina, 1972
Goranovo proljeće / La primavera de Goran – premio para los poetas jóvenes, Zagreb, 1974
Josip Sever – premio para
el mejor manuscrito poético: Druga kuća /
La otra casa, Zagreb, 2003
Srebrno leteće pero / La plateada
pluma volante – premio
internacional por la obra poética en general, Festival
de Poesía „Abrazo eslavo“, Varna (Bulgaria), 2011 (Ž.L.).
[1] Podloža – la plaza en Stari Grad ( Ciudad Vieja) en la isla de
Hvar (N. de la A).
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Durante una ceremonia que convocó alrededor de un centenar de socios y amigos, la que se realizó en el Teatro Razmelić del Estadio Croata, e...
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