domingo, 9 de enero de 2022

POEMAS DE DIANA BURAZER (TRADUCCIÓN DE ZELJKA LOVRENCIC)

 



Retrato inconcluso

(Nedovršeni portret)

 

                                                (al hijo nonato, Felipe)

 

Te asigné localidades

en las que puedes estar.

 

Inventé y reglas

por las que puedes crecer.

 

Escribí versos

en los que te me puedes acercar.

 

Construí la casa

en la que podemos encontrarnos

lo suficientemente lejana

que no nos asuste.

 

Solamente desconozco

la manera

en la que nos vamos a querer.

 

La concha

(Školjka)

 

Se arrincona en lo más profundo de su coraza

cuando

de la profundidad

la tira el mar

la arrastra la ola

y la pone al borde del mundo.

 

Rápido cierra todos los orificios,

conecta el programa extremo de salvación,

apaga los sentidos menos necesarios:

                        no tiene que verlo todo

                        ni tiene que saberlo todo.

Difícilmente se lleva con el montón de sonidos desconocidos.

Respira corto,

vuelve el oído hacia el mar abierto,

por si acaso,

 

quizás

encuentre

un buque transatlántico. 

 

(De la antología poética “Druga kuća”/” La otra casa”)

 

La naranja (o poema al amor)

(Naranča /ili pjesma o ljubavi/)     

                            

 Madura y grande, la tomo en mi mano izquierda.

Con la derecha la acaricio,

con el dedo índice toco casi cada arruga

Empalmes

en los que habita su tristeza endurecida

siempre me sorprenden con su tamaño.

Con la uña hago la primera picadura.

No pone mayor resistencia

ni protesta.

En silencio con una lágrima amarilla

una y otra aceptamos el proceso

desagradable que nos sigue y

señalamos el comienzo.

Luego todo sigue corriente:

le desnudo un hombro,

luego el otro.

Sigue la cintura.

 

Pronto, totalmente desnuda

en una transparente delgada camisa

tiembla frente a nuestros ojos.

 

Anda, divídela, parece buena –

dices esperando en una distancia de la que

todo parece bueno.

Prolongo los últimos movimientos al desnudarla

porque sé que cuando la desnude y divida totalmente

será difícil mantener

hasta el recuerdo

de la belleza de su totalidad.

 

Banderas

(Zastave)

 

Es triste la valentía de los abanderados en la guerra

en las manos

en vez de armas

llevan la bandera

por la que, le han dicho, hasta vale la pena morir.

Generalmente es muy joven para entenderlo todo,

pero la confianza de muchacho y el entusiasmo son suficientes

para el acto mismo de portarla.

 

Sin embargo, soñaba que cabalga sobre un caballo,

manejaba un tanque,

atacaba con el fusil.

Debido a la multitud en el campo de batalla y los gritos de guerra

de ambas partes ya no estaba seguro de nada.

Y tampoco tiene tiempo para pensar.

Tan sólo ataca apretando hasta el dolor

su herramienta

de madera

estéril.

De vez en cuando, gritando los apenas aprendidos eslóganes     

alimenta su valentía rendida.

 

En el amplio, de hace poco verde prado,

su muerte es

casi fútil.

La bandera que llevaba ya mañana será

pisoteada o quemada en algún lugar de cualquier ciudad.

Las medallas las reciben siempre otros.

De los muchachos abanderados,

igual que de aquellos

que llevan el agua a los sedientos

nadie se acuerda.

 

   El cubo

   (Kocka)

 

En lo helado

de vidrio,

en el de vidrio

de cristal,

en el de cristal

de azúcar,

en el de azúcar

envuelta

como la joya más valiosa

alegría

que todos los días

pongo en el café matutino.

Que tomo de un sorbo.

 

Sorprende

la facilidad

con que me creen.

 

(Del libro “Manzanas Celestiales”/” Nebeske jabuke”)    

 

He comprado un cerro

(Kupila sam brdo)

 

He comprado un cerro.

No la casa –

la casa tiene paredes, techo

calor, familia.

 

He comprado un cerro.

No un bosque –

el bosque tiene grandes árboles,

un sol cubierto de ramajes

de la sombra frondosa, seguridad.

 

He comprado un cerro.

No un prado –

el prado es plano,

de verde sencillo;

el cielo se ha hundido en él.

 

¿Qué haré con el cerro?

 

Estoy parada en su cima

me vuelvo a todos lados.

 

Todo,

todo es posible – me dice

el creador eterno

sin ninguna herramienta ni tiempo disponible.

Y agrega –

solamente sí sabes por qué compraste el cerro.

 

Bueno – digo conciliador:

soy pintor

y no, no lo soy,

soy poeta

y no lo soy.

 

El soñador

que ha comprado el cerro –

sí, si lo soy.     

 

La lámpara de los mineros

(Rudarska svjetiljka)

 

Desapareció el deseo de investigar

las cosas

acontecimientos

movimientos.

Sí doy una ojeada por debajo,

de lado,

en lo profundo

o me traslado, 

quizás todo será diferente.

 

Pero hay que tener tiempo

para una vida más.

 

Fuera de nuestra voluntad

se reorganizan acontecimientos conocidos

un nuevo orden y sentido.

Muñecas sin caras

apenas vestidas 

pasan por un túnel estrecho y oscuro,

se voltean

buscan una mano

el bastón blanco.

 

Estoy casi segura

que no hay necesidad de esa luz enorme,

para una vista impecable.

Cuando todo falle completamente

será suficiente una pequeña lámpara en mi frente.

Para los dos.

 

El tiempo lo ocupa todo

(Vrijeme sve zaposjedne)

              

Como un coleccionista aficionado

el tiempo

cada rato trae algo,

depone cargas en nuestros días,

años. 

 

El espacio a nuestro alrededor se pone 

colmado de cosas,

sus sombras,

sombras de sus sombras.

 

Sobre los bordes afilados

formas inexistentes

se rompen irregulares.

 

Pegadas a la pared se parecen

a los seres espaciales

en el observatorio

que nos amenazan con la ejecución.

 

Abro la ventana.

 

Las sombras se retiran

a los rincones más oscuros de la pieza,

en el centro

una enorme luz mata a los monstruos restantes,

a los más valientes.

 

De nosotros nada se pide.

Solamente estemos

como recipientes del tiempo,

como calendarios anuales

en los cuales todo está apuntado

en caso de que hayamos olvidado

y aquello

que no queríamos.

  

  

(De la antología poética “Nebeske jabuke/”Las manzanas celestiales”)

 

Contra la televisión

(Protiv televizije)

 

El rápido comercio de la guerra, el hambre,

reconciliación, abundancia.

Las noticias viajan.

 

Con algunas frases sencillas,

Con un suspiro débil y vacío,

los políticos se deshacen de la culpa,

los guardias cuidan el Titanic dormido

en el fondo del mar.

Las noticias viajan.

 

La tardía novedad sobre el descubrimiento

de la medicina contra una enfermedad mortal

solamente entristece a un padre

que por fin tiene

el momento triste de nuestra atención.

 

Esquiadores hábiles en la negra pista

valientes boxeadores en la pelea

en las tribunas la canción, las banderas y la sangre.

Las noticias viajan.

 

La única tierra de que dispongo

está crucificada sobre la pantalla

calladamente soporta las clavadas nubes  

que amenazan con tempestad.

 

El día de mañana

entro en irrazonables disputas

pronuncio frases ajenas.

 

EL mundo que es mío,

y el mundo que no es mío,

juntos en esa caja fatal

varios días luchan

entre la vida y la muerte.

 

Y de mí

ninguna ayuda.

 

Búsqueda

(Potraga)

 

Todo empieza por abrir la ventana.

Primero, nos dejan los ojos;

tras ellos los objetos

del recuerdo.

 

La casa vaciada

llega a ser

jaula con un pájaro.

¡Por poco tiempo!

        

 En el prado se acostaron las estrellas,

todo el cielo.

Un universo seductor

negando el sentimiento de culpa

por haber abandonado a alguien.

 

Según la enseñanza de los nómadas

levantamos la carpa

prendemos pequeños fuegos 

hacemos la cama a la entrada.

Toda la noche enviamos

señales de humo  

hacia ajenos exilios voluntarios

convencidos que así empieza

la búsqueda de sí mismo.

 

La isla, en invierno

(Otok, zimi)

 

Ya hace días te preparas:

suéter caliente, paraguas,

un libro de cuentos cortos.

Te reorganizas por dentro,

aprendes, siempre de nuevo,

el orden inverso,

una corta inmigración.

 

Y llegas preparado

para la red del mar y del viento

en la que alegremente,

serás envuelto.

 

¡Te espera el bien conocido paisaje horizontal!

Como sea,

llevas tu cámara y encuadras:

en la pared en Podloža[1] el alcaparro en flor;

la iglesia ha renovado el campanario;

en la costa las sardinas de ojos tristes;

bajo impermeables transparentes

los turistas perdidos.

 

La maleta

que no fue desempacada

ya espera en el corredor.

 

En este tiempo prestado

no dejamos nada

para siempre.            

 

El anciano y el mar

(Starac i more)

 

En los párpados barcos dormidos,

enrollados en el regazo,

en una corteza de pan,

el resto de la merienda,

descansan las manos secas

de la pena

del pescador y peón.

Tormento

 

En la costa

un turista solitario

presiente la lluvia,

apenas llegados los periódicos al quiosco

traen noticias de todo el mundo,

barcos ajenos zarpan…

 

Tiene que haber algo

entre el cuerpo anclado en la silla

y el mar ventoso, la navegación. 

¡Tiene que existir!

 

El desacuerdo entre

tus dedos y la vista

te ofrecen tan sólo inquietud.

 

Y un intranquilo sueño en la tarde.

 

El sueño

(San)

 

A menudo sueño

como ando por el borde

derecho

sin posibilidad de retiro

o desvío.    

 

Y la caída

bajando las escaleras

altas

empinadas

sueño.

 

¡Pero nunca los golpes!

¡Nunca el dolor!

 

Tiendo a creer que las madres

se reencarnan en ángeles

y que ellas justamente nos mantienen

alejados de los diez centímetros de salvación

de la realidad.

 

Restauración

(Restauriranje)

 

Por largo tiempo expuesta a una luz muy fuerte

demasiado tiempo encerrado en el calor amoroso

la escena,

cubierta por tu mano,

palidece.

 

Sabiamente tomo el pincel

pongo más color

agrego el rubor a la muchacha.

Dibujo también la sonrisa

de la que estoy segura

que al principio existió

en su bellísimo original,   

 

y que todavía se encuentra

bajo la capa de pintura

que durante años agregábamos como aficionados.

 

Del ciclo “Pequeños escritos sobre:  Las grandes palabras” (libro “Las manzanas celestiales “)  

 

Soledad

(Samoća)

 

Al comienzo,

cada día

practicábamos despedidas,

primero, pequeñas,

cortas,

para que no le duela a nadie.

 

Más tarde se movieron

mecanismos interiores secretos

para la rápida y exitosa separación,

el abandono.

 

Parece que vivimos más sencillamente,

el pasado es otro estado

que no nos obliga

a nada.

 

De vez en cuando examinamos

la pesadez de nuestra soledad

midiéndola persistentemente

por todo lo que ya no existe.   

 

La enfermedad

(Bolest)

 

En la isla de la crueldad

lejos de la tierra firme y segura,

lejos de las palabras existentes

y aquellas que todavía no han sido inventadas,

silencio

paciente

inseguro

 

trata la enfermedad.

 

La lleva por largos corredores verdes

roza los labios

de aquellos de los cuales se esperan las palabras,

y de aquellos que esperan que sean pronunciadas.

El silencio es sabio predecesor

de un posible diálogo.     

 

La verdad

arrinconada

habla un idioma diferente

en cualquier otro tiempo

en el que ninguno de los presentes ya no vive.

 

Sola,

y necesaria para pocos,

se apaga en los márgenes de la eternidad.

 

Valentía

(Hrabrost)

 

Aquella verdadera, es silenciosa y no planeada.

Como un abrigo azul, se agita en los hombros apenas levantados. La valentía es solitaria en su conquista.

No acepta la manada. ¡Ser valiente en montón – no es valentía alguna!

Gritar, manotear (o, Dios- me -libre blandir un arma) en una ciudad tranquila es tan sólo la triste incapacidad de sobrevivir de manera diferente.

 

La verdadera valentía no es completamente consciente de su misión ni de las malas consecuencias que trae para su portador.

Todo lo demás son tan sólo sus pálidas variantes. Y ellas, lamentablemente con mucha frecuencia, de manera inadvertida ponen bajo su control su significado original; presumen de sus méritos, llevan sus órdenes e, inmerecidamente, esperan honor y celebración.      

 

Nota sobre la autora

   

Diana Burazer nació en Zagreb el 23 de octubre de 1953. Se educó en Pleternica y Ljubuški (Bosna y Herzegovina) donde terminó el liceo. Se graduó en matemática teórica en la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de Zagreb. 

Desde el 1977 hasta el 1992 vivió y trabajó en Mostar donde fue uno de los iniciadores de las actividades de la institución Juventud literaria y de las publicaciones para la juventud (biblioteca Idem / Voy). Desde el año 1992 vive y trabaja en Zagreb. 

Su poesía se presenta en numerosas antologías.

Sus poemas han sido traducidos al francés, inglés, alemán, noruego, español, polaco, ruteno, ruso, búlgaro, ucraniano, macedonio y esloveno.

En el 2007 sus poemas elegidos y traducidos al español por Željka Lovrenčić han sido incluidos en la antología poética Puentes. Poesía Croata: Diez poetas contemporáneos croatas (Mostovi. Hrvatska poezija: deset suvremenih hrvatskih pjesnika) que editaron la Sociedad de Escritores Croatas y la casa editorial boliviana Correveidile. También, en el 2011 con sus diez poemas fue incluida en la selección de la poesía croata contemporánea Bajo la ceniza del antiguo fuego (Guadalajara, México, traducción de Željka Lovrenčić).   

Es miembro de La Sociedad de Escritores Croatas, de la Sociedad de Escritores de Bosnia y Herzegovina y del PEN croata.

 

 Ha publicado siguientes antologías poéticas:

Nesvanjivo (Sin amanecer, Sarajevo: “Svjetlost” / “Luz”, 1974),

Četvrti zid (La cuarta pared, Sarajevo: “Književna omladina” / “La juventud literaria”, 1984),

Na odmorištu između dva svijeta (En el descanso entre dos mundos, Zagreb: “MD”, 1994),

Druga kuća (La otra casa, Zagreb: “Jutro poezije” / “La mañana de la poesía”, 2003),

Izvan zaklona (Fuera del refugio, Priboj: las poesías escogidas y publicadas en la biblioteca Manualis Labor, 2007). 

Naranča (La naranja, Zagreb: “Fidipid”, 2008).

Nebeske jabuke (Las manzanas celestiales, Zagreb: “Fidipid”, 2018)

 

Los libros La otra casa y La naranja estaban entre los cinco mejores libros para el Premio anual del mejor libro de poesía en Croacia Tin Ujević.

 

Sus libros publicados en otras lenguas:

 

Портокал и друга куќа (Naranča i druga kuća / La naranja y La otra casa) – selección de la poesía en la lengua macedonia, Skopje: “Makavej”, 2012)

Зимни Портокали (Zimske naranče / Las naranjas invernales) selección de la poesía en la lengua búlgara, Varna: Academia Eslavena, 2013

Час, який нам залишається (Vrijeme koje nam preostaje / El tiempo que nos queda)     selección de la poesía en la lengua ucrania Luck (2015)

 

Premios y reconocimientos:

Antun Branko Šimić – premio para los poetas jóvenes, Drenovci, Bosnia y Herzegovina, 1970

Slovo Gorčina – el premio (el primero desde que existe) para los poetas jóvenes, Stolac, Bosnia y Herzegovina, 1972 

Goranovo proljeće / La primavera de Goran – premio para los poetas jóvenes, Zagreb, 1974

Josip Sever – premio para el mejor manuscrito poético: Druga kuća / La otra casa, Zagreb, 2003

Srebrno leteće pero / La plateada pluma volante – premio internacional por la obra poética en general, Festival de Poesía „Abrazo eslavo“, Varna (Bulgaria), 2011 (Ž.L.).     



[1] Podloža – la plaza en Stari Grad ( Ciudad Vieja) en la isla de Hvar (N. de la A).

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