Pero Pavlović
Poemas
Salvia
(Salvia
officinalis)
Salvia,
salvia, adorno floral de mayo
La
encantada aroma espiritualiza el nombre
Todo
es ala transparente, folium et flores[1]
El
brillo de la mirada de belleza y las rimas perfuman
Alma
maravillosa, hierbas medicinales
¿No
es el poema regalo de una felicidad silenciosa?
Sueño
y fábula regados de abundancia melosa
Los
ramos de salvia son velas encendidas
Tú
no eres solamente planta; tu mano escribe
Ya
embriaguez de maravilla en la memoria hecha música
Bilis
y virtud, nomen et omen[2]
No
eres tan sólo tesoro, eres algo más
La
letra será belleza, Dióskorides[3]
Bordan
ardientes palabras de un amplio sueño bordado
Brezo
(Vrijesak)
Ardiente
arde susurrando
Mágico
collar de septiembre
Casado
con el verano
Ahora
floreces
Miles
de soles blancuzcos
Atraen
las abejas
Perfumas,
sí
perfumas
Casado
con el verano
Floreció
Hipérico Coranzoncillo
(Gospina
trava)
¿Son
esos pétalos celestiales
Pequeñas
figuritas de escudo,
Pendientes
olorosas de ámbar?
¿O
encajes dorados
Preciosas
plantas
Abundancia
medicinal melosa?
¿Cuyos
ojitos de polen
Se
abren en la hierba
Y
queman?
En
los soñolientos espejismos de mayo
¿Quién
derramó
Frágiles
chispas en la realidad?
¿Quién
encendió
y
de belleza cubrió
Los
exuberantes arbustos de hipérico?
Ajenjo
(Pelin)
No
estás en el sueño ligero
En
el parpadeo
No
en la letra maravillosa
No
eres salvia ni pincel
Amargura
amarga
Ansiedad
amarga y ardor
Del
refugio oscuro
Del
antiguo amanecer
Te
llamo
Eufrasia alegría
(Vidac)
¿Ves
ahora mejor como esta hierba regala su
remedio
a ti adolorido?
¿Y
cómo la chispa de la verdad nace la belleza?
¿Sientes
entonces como la blanca florecilla con su brillo celestial
te
acaricia y resucita?
¿Y
con rocío providencial te toca?
De
los sueños, de la incredulidad ocultada, de la larga ansiedad –
te
lleva al arco iris primaveral y al día de una vigilia
secreta
y misteriosa. Contigo todo lleva a la paz.
Mirra
(Commiphora
Myrrha)
Fuiste
un anhelo, ahora eres planta
Amor
arrullado en blancura floral
El
recuerdo es sueño y la ternura mirra
La
feliz sorpresa se hace trasparente
Fuiste
el silencio y ahora eres sonido
De
la belleza habla el sustantivo
El
bordado de versos es dulzura y su sensación la mirra
El
júbilo del todo un collar de rimas deletrea
Serás
un parpadeo de paz mientras los hechizos se preparan
Avisos
de amor trenzado que adorna el corazón
Después
de una alegre glosa, astringencia azul
Los
lemas frágiles presienten el vuelo
Ser
y durar y cuando no hay ardor
Con
grazia[4]
bordando letras vivas
Flores de
hierba de San Juan
(Ivanjsko
cvijeće)
Ni
aurora ni toque ni cinta dorada
Ni
claro arroyo exuberante que con belleza madura
Con
el amargo engaño nunca pasarán el umbral
Ni
encarcelarán las rimas en las trenzas del anhelo
Al
rastro de una realidad brillante los sueños dibujan
Mirador
de millas, de hierba alfombra suave
Brisa
silenciosa; sopla más fuerte
Se
un pedazo de gracia y querido abrazo
En
el espejo de junio inscribo tu nombre
En
cada encaje floreado dejo la letra clara
Como
regalo al silencio que es y no es
En
el poema se anida y lo viejo y lo nuevo
La
marea de ligeros deseos trata de desenmarañar el secreto
Corazón
florecido, alma florecida
Ciclámenes
(Miholjice)
En
paz y silencio nace la providencian
Lemas
del sentido, increíble armonía
Pensamiento
claro propenso al encuentro
¿Cómo
adelantar el tiempo y quedar joven?
Este
es el tiempo de crecer modestamente
Cuando
cántaros de luz vierten paz bendita
Cuando
hay poesía y no hay frivolidad
Que
anima las líneas con alegría y festejo
Todo
es sólo presentimiento, indicio de plenitud
Parpadeo
y quietud, toque tranquilo
Volver
a sí mismo, silencio acumulado
El
rumor de sueños rojos hará el vuelo más rápido
El
azul del asombro se irá a navegar
En
el recordatorio dorado todos los cuentos caben
Valeriana
(Valerijana)
Se
acostumbró el alma a la alegría.
Y
el cuerpo, abandonado a tu magia secreta, de la tentación amarga
se
defiende. Sufre. Sueña. Confía y espera…
Espera
el acuerdo en la dulzura y el sentimiento de paz
impregna
todos los sentidos.
Doble
parece el brillo que de la palabra curativa nace:
-
En cada corazón, en cada
alma, de cada chispa se despertará
la
nueva vida.
-
El alma y el cuerpo de
nuevo serán uno.
Aloe vera
En
secreto, el verso se hace presagio
Y
madura la duda en la verdad y el engaño
En
los efectos propios de la esmeralda pura
Crece
el vuelo triste sin huella y sombra
Y
se desea el canto, qué la belleza se anime
Qué
seas luz, planta en maceta dorada,
Pedazo
de esperanza, agria curandera
Cuando
a la primera tentación el antiguo permiso caduque
Mientras
las plumitas afiladas multiplican el dulce escalofrío
Esta
plantita que con las acaricias respira
Se
acurrucó al edén de corazón, Dios
Es
curativo el encanto, el arco iris después de la lluvia
Aloe
vera… apenas las letras se colocan
En
la paleta del sueño pintan un cuadro brillante
Laurel y brezo
(Lovor
i vrijes)
Eres
de la libélula el vuelo
El
soplar del viento
Verde
injerto
En
el cáliz celestial
Con
el insomnio
Arden
el laurel y el brezo
Bajo
el alero oloroso del verano
Del
enjambre la miel chorrea
Resbala
Un
rayo de felicidad no abandona
La
cara querida y radiante
Enjambre amelado
(Medeno
jato)
Madre,
vete a la casita
Anda,
melosa
Melisa
y bálsamo
A
la querida casita
La
palabra suave
Se
estremecerá
Florecerá
Se
hará pesada
De
la luz de las plantas y abundancia
Se
hicieron antenas melosas
Las
alas regadas
Zumban
las abejitas
Celestiales
aromas de polen
Ajenjo,
acacia, espina, brezo
Y
la lluvia de oro
Se
unió a la gota dorada
A
todo el universo aromático
La
palabra del panal
Un
poco a mí
Un
poco a ti
De
alegría gritará
En
la casita madre
En
la casita, mi única,
En
la calle oro
Al
enjambre amelado
Ejército de miel
(Medena
vojska)
De
flor en flor
Zumbido
meloso
Y
vuelo de polen
Y
dorados campos pesados de rocío
Trasmiten
en voz el zumbar
En
las pupilas las plantas zumaque
Curanderas
de sol tenues y amables
Las
casitas de cera
Las
puertitas de oro
En
el aire oloroso
Suena
zumba resuena todo un ejército meloso
El
cornejo, la espina de Cristo, la capuchina, germander,
Ajenjo
De
lechoso y celestial néctar
Se
endulzaron el alma y el corazón
El
verano de miel colmado
Envoltorios
de enjambres heridos
Y
anhelado refugio
Un
abejero de sueños amanece
En
el campo maduro
en
la melosa esclavitud
Fiesta melosa
(Medeni
pir)
Antenas
ganchitos alas
Aguijones
venenosos arden
Entumecidas
patitas calientan
Los
primeros rayos de sol
Polen
roció las praderas
Perlitas
regadas
Delgadas
velas de cera
Blanco,
azul y dorado
Mar
floral y oloroso
Vacila
brilla y revolotea
En
mi ojo diminuto
Casitas
Y
cubetas de ámbar
Llenas
de lecha y miel
Amanece
Murmura
Susurra
El
ameno día de San Juan
Fiesta
melosa
Música
plateada
Paz
inmensa y bendita
Bálsamo
(Melem)
En
el sueño el secreto cantado
Encaje
verde
Altivo,
esperaba un ramo de flores
Del
susurro pleno
Se
reparten lindos lemas
Acuerdo
de madurez
Del
corazón de hierbas aromáticas
Se
extrae alguna gota
Las
fábulas las coloca en contraseñas
Despierta
una cascada diminuta
Agrega
un poco de miel
Una
hojita de cera
Gotea
una lágrima de aceite
Despierta
el vuelo maravilloso
Se
bálsamo, lapislázuli precioso y flor
Chasquea
los verdes honguitos
Envuélvete
en plateados anillitos
Crece
como hierba primaveral
Une
el sueño y la realidad
Clase de biología
(Sat
biologije)
¿Quién
te agitaba, exuberante pequeño arbolito,
Quién
con los zumos terrestres te empapa cada poro,
Quién
con los rayos solares te hace frondoso y llena de flores,
Quién
te da fuerza, quién te apoya, protege
Quién
te exalta, tus ramas ramifica y con vetas profundiza lo insondable?
¿A
dónde vas, plantita, pequeño oloroso ser,
Crecido
en oasis verde de soledad y fecundidad?
¿Ves los otros seres: árboles, hierbas, pájaros, animales,
Sientes
los embriagadores olores del bosque?
¿Oyes
el susurro, zumbido, murmullo, el caer de la lluvia,
El
gorjeo, el crepitar, croar, gritar y resoplar?
¿Escuchas
la sinfonía encantadora de nacimiento y crecimiento?
Pequeña
fábula de vida, sabes quién te hace florecer,
¿Por
qué eres, quién eres, a dónde vas?
¿Al
paraíso encantado quién te lleva,
Tu
pequeña, misteriosa, arraigada espina de Cristo?
De
la antología poética Sat biologije/ Clase
de biología
Traducción: Željka Lovrenčić
Nota sobre el autor:
Pero Pavlović nació el 20 de marzo de 1952 en Grac, cerca de Neum. La primaria la cursó en su lugar natal y en Hutovo y la secundaria en Metković. Se graduó e hizo un máster en bioquímica médica. Vive y trabaja en Neum. Es miembro de la Sociedad de Escritores Croatas con sede en Zagreb y de varias asociaciones nacionales e internacionales.
En
el año 1979 Pavlović publicó su primer libro de poesías Plavi svirač (El músico azul) y desde entonces continuamente ofrece
a nuestra cultura sus nuevas antologías que por muchos motivos son algo
especial en la poesía croata contemporánea. Gran parte de su obra poética el
autor las dedica a las hierbas medicinales del territorio mediterráneo. Nadie,
ni en nuestro país ni en la literatura mundial ha entrado tan profundamente en
el mundo de las hierbas, sus nombres, descripciones y sueños sobre los efectos
e inspiraciones como tan de buena gana lo hizo Pavlović.
Él
es también nuestro bardo neologista por introducir palabras nuevas en la
expresión literaria.
Hablando
de la poesía de Pavlović y de su lugar en el corpus general de literatura croata,
la crítica literaria subrayó que él, junto a Antun Branko Šimić, en la poesía
croata forma nuevo tipo de sensibilidad que expresa el grupo de una decena de
destacados poetas de Herzegovina del que se destaca el cuadro – A. B.
Šimić – Mak Dizdar – Janko Bubalo – Pero Pavlović quienes en armonía a sus
peculiaridades creativas muestran signos de familiaridad espiritual.
Este
poeta ha sido incluido en varias antologías poéticas, a libros de textos
escolares y manuales. Escribe críticas literarias y de arte, reseñas, artículos
con temas culturales y aquellos para los periódicos. Sus poemas han sido
traducidos a diez lenguas extranjeras. Es ganador de varios premios y
reconocimientos prestigiosos. Es autor de 34 antologías poéticas. (Ž.L.)
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