Mi hijo superhéroe
(Moj sin superjunak)
en las palabras: mi hijo
no hay ni una gota de sangre
su semilla es
un nido lleno de la luz de luna
que incuba
los cuentos en los cuales lo llevo de la
mano.
yo no estoy en sus ojos
todavía no
en ellos están las miradas hundidas
en las entrañas de los cuervos
y algo que sería un pecado
llamarlo esperanza
quizás el anhelo angélico azul
para que Dios
por fin pudiera
ponerse en su defensa
y a veces delante de él me quedo mudo
como frente a un santo
al que rezo.
no
hay ni una gota de sangre
no nos pueden contar
porque nosotros dos somos uno
quizás no multiplicados
pero de todas maneras inseparables
4
de enero de 2020
Mi hijo tiene cien impedimentos en el
habla
que se tejen con sílabas
como la araña del verano tardío
en los cilindros maduros
color violeta de crepúsculo.
en él hay palabras
que como si fueron prestadas
de las estrellas, Dios, átomos
núcleo del niño
que me puede vaciar
de toda la electricidad
que he depositado
a mis huesos y pensamientos
para burlarse
del piar de la bandada sobre el alambre.
extiende todo eso
como los ángeles rayos
para aliviar el cielo
pensando que tiene que tiene que
compensar tantas cosas
y yo
estoy sentado con piernas cortadas
sabiendo que nunca
hubiera podido tener fuerza
de ser como él
y espero el momento
en el cual podría decir
que él es mi superhéroe.
mi hijo superhéroe
de seis años
ha plantado tres vidas
cavando con ramitas
la entraña
en la que podría calentarse.
ha perdido a la gente de la que ni
siquiera sabe
que eran suyos como viejos boletos de tren
y
tiene la esposa
sobre la que todos románticamente
fantaseamos
que nos salvará la vida
en realidad, dos.
en él crece el amor
que podría hacer la sombra al sol
en cuando sepa que significa amar
y no tan sólo intercambiar el corazón
por un poco de esperanza
tan pronto que compense los besos perdidos
cuando mi hijo
alrededor suyo envuelva una sábana
como si fuera ropa interior
y me pregunta: sabes quién soy
yo en verdad me pregunto
si en sus ojos azules se encuentra paraíso
y cuando extiende las manos
y baja la cabeza con pesadez
en la cual puedes presentir
el temblor del universo
y pregunta
por quéhan matado a jesús
le digo que pare
porque está tan convincente
que en mí crece Golgota.
cuando llora
mi hijo lo hace de diferente manera
de él se desprende la materialidad
en la cual tristeza
los barrios de agrietadas fachadas y
hierro viejo
tratan de liberarse
de garras metálicas de furia
insertada a la entraña suave de niño.
mi hijo no llora de tristeza
él con sus dientes de leche
muerde el enfado
como un gorrión al tigre
arranca un pedazo de sí
como si tan sólo despojado hasta los
huesos
en jaula pudiera alimentar un pájaro
que tendrá fuerza
de romper un suspiro
y llevarlo hasta la libertad.
12-26
de enero de 2020
congela su mirada como
si ya nada más ya no encaja en ella
como si
cualquier pregunta podría hundirla
verterla por las mejillas
y eso no puede permitir
o no sabe
porque alguien debe enseñarnos
como llevarnos y con la tristeza.
le digo que será más fácil
le digo que será más fácil
justo aquí
le toco los pechos
pero el azul mudo
inmóvil, se queda
esperar la noche.
quisiera coser las estrellas
en sus párpados
para que experimente la magia por lo menos
cuando cierre los ojos
y empuje de sí los demonios
por los que los gritos rompen la oscuridad
mientras se queda sin aire bajo la manta.
más de la falta de respuesta
me enoja y entristece
lo que no hay preguntas
como si entiende
al mundo y a la gente
y sabe que no le pueden ofrecer nada.
19
– 22 febrero de 2020
te
he contado todo de mi pasado
ya
no te puedo decir nada
dice
de la manera como ese niño no tendría que
decirlo
porque no debieras tener pasado
antes de aprender hablar
cruzar la carretera
amar
diferenciar el bien del mal.
una vez
el amigo de la clase
quiso que intercambien los secretos
primero
tú
dijo mi hijo
y esta vez de ninguna manera quiso ceder
listo para pagar lo que no le iba a gustar
al final
mostró el lunar en el cuello
y dijo que aquí le había mordido
el spiderman.
me
daba cigarrillos
dice
y la maldigo por dentro
por todo lo que hacía a mi hijp
y todavía más
por lo que no le hacía.
10
de marzo de 2020
nosotros somos la familia
alrededor de la que no se envuelve el
cordón umbilical
estamos compuestos tan sólo de los
cuentos, contactos y amor
la familia en la cual
el primer hijo es más joven que el segundo
nuestro hijo tenía que esperar
a su segundo nacimiento
contener la respiración
bajo la manta
antes de tener la oportunidad
de emerger a la nueva infancia.
hay aquellos que no saben
que
mi hijo no es mi hijo
o
que
no lo dieron
y
preguntan
de la manera totalmente despreocupada
tienen
una hija
como si se pudiera prever
que en mis plantas de los pies
crecen sus pasos
y yo doy un paso para que se vean sus
huellas
porque nunca lo voy a retener
digo:
también a un hijo
y no tengo que mirarlo:
puedo sentir su cara en mi cara
sus manos en mi vientre
como me calientan
y latidos de su corazón que me
inscriben en el azul del cielo
oh,
ustedes lo hicieron muy rápidamente
y yo raras veces contesto
nuestro segundo hijo es mayor que el primer
a menudo tan sólo
depende
a porque a nosotros no nos los dieron
de ninguna manera
sino nostros teníamos muchas ganas
de llevarselos
10
-12 de febrero de 2020
oscuridad se acurrucó
sobre las lámparas de la calle
todo estaba silenciado
y al mismo tiempo ruidoso
en el frío:
el abrir de las puertas de automóviles
paso, la voz,
las palabras de la canción de navidad
que por un momento se sienta
en la garganta desnuda
como un aliento desconocido,
frenado de tren y ladrido de perros.
todo alrededor nuestro
y nosotros en todo
como si hubiéramos implosionado.
cada pensamiento
sombras humanas en cafetería frente al
camino
que se encienden y apagan
en las vibraciones de las lamparitas de
adorno
los regalos en el maletero del coche
todas las familias
casas en la calle
nada existía
hacia afuera
y el mundo en ese momento
no significaba nada más
que el forro de un abrigo desechado.
entonces lo vi por primera vez:
la sombra en la ventana
que tiene la esperanza y espera
de la manera como lo hace
alguien quien por mucho tiempo
no esperaba a nadie
pero secretamente lo ansiaba.
tan sólo la cabeza de un cuerpo chiquito
que por desapareció
y corrió decir que habíamos llegado.
nos miramos
ella y yo
y de ese momento éramos cuatro.
es tu hermanito
le dijo alguien
ya no sé quien.
17
de febrero de 2020
aquel momeneto
en la ventana oscurecida
es nuestro nacimiento
parientes del otro lado del vidrio
que se reflejan en el niño
apropiándose en intima de los pedazos de
risa y de ojos
traen las flores y barras de chocolate
en la mañana soñolienta.
a nosotros nos adoptó tu sombra
eso era lo único correcto
tan sólo un presentimiento
en la noche cuando supe que te quería
sin saber exactamente qué
pero sabiendo por qué
igual como ama la madre del primer
momento:
porque eres mi hijo.
ese era el primer instante en el que
quise ser tú
o estar en ti
una parte de la bandada que nace
en tu estómago
y vuela por los pensamientos
preguntándose ¿si
desear irse con nosotros
es lo máximo que puedas recibir
o habrías que quedarte esperando?
no tenía que verte
tan sólo pude sentir
que eras mi hijo.
me preguntaba ¿si alguna vez sabrás
que yo soy tu padre?
17-18
de febrero de 2020
supongo que no hay día
en el cual no pienso
que todo podría estar bien
porque tienes madre
que te continuadamente te está creando
te da a luz desde el equilibrio
del que ni tú ni yo pudimos soñar
desde el origen que puede tener tan sólo
la madre
la que podría consolar a Dios
sacudir el universo en su propio regazo
y a través de sus dedos dejar pasar las
estrellas
mientras no te encuentre
mientras no te de a luz
lo suficientemente temprano
para guardar tus dientes de leche
para poder en cada momento
darte cada sonrisa
de la infancia perdida
19
de agosto de 2022, Gajac
la noche antes de comenzar el cuarto grado
como el cuento para buenas noches mi hijo
me dice:
pienso que mi hermanita y yo no tenemos el
mismo padre.
porque,
si nunca vino verme a mí,
¿cómo
entonces llegó al mundo mi hermanita?
dice, mamá tenía algunos novios
que no se parecía a él
seguramente no estaba casada con ellos
y en ese caso no es posible tener un hijo.
respondo: es posible,
y él agregó: es verdad,
he oído hablar de tales accidentes
cuando el bebé está en inhalador
que cambia el estómago de la mamá.
nos reímos,
ambos tratando de entender la vida
y que nos ocurrió
y dice él
necesito tan sólo algunas cosas pequeñas
para ser feliz:
la primera es que ustedes mi dieron a luz
luego se puso pensativo para acordarse de
otra
y yo pienso en la palabra inhalador
cuando los dos casi al mismo tiempo
respiramos profundamente
pienso que él me ha inhalado
igual como yo he inhaladao a él
preguntándose si por eso fuera más ligero
o más pesado
o simultáneamente uno y otro
4
de septiembre de 2022
Traducción: Željka Lovrenčić
Marko
Gregur (Koprivnica, 1982) terminó estudio de la economía de negocios en la
Universidad de Economía en Zagreb, licenciatura en las relaciones públicas y
los medios y estudio de relaciones internacionales y diplomacia en la Escuela
Superior de Relaciones Internacionales y diplomacia Dag Hammarskjöld en Zagreb.
Es
presidente del Comité organizador del Festival internacional de literatura Los
Otoños de Galović. Es iniciador y presidente del Comité organizador del
Festival Alpes-Adriático, festival de los escritores jóvenes que reúne los
autores de Austria, Hungría, Eslovenia y Croacia. Es uno de los iniciadores y
redactor en jefe de la revista Artikulacije
(Articulaciones). Es presidente del Consejo cultural del Condado de
Koprivnica-Križevci, el director artístico de la Organización Artística Articulaciones y miembro del Comité para
las relaciones públicas de la Sociedad de Escritores Croatas. Traduce de
esloveno. Escribe poesía y prosa que ha publicado en varias revistas y periódicos
en Croacia y en extranjero (Canadá, Austria, Eslovaquia, España, Eslovenia,
Rusia, Bulgaria, Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Estados Unidos). Es
ganador de varios premios en diferentes concursos, incluido el premio Prozak para la mejor obra del autor
menor de 35 años en la República de Croacia.
Ha
publicado la antología poética Lirska
grafomanija (La grafomanía lírica), las selecciones de cuentos cortos Peglica u prosincu (Coche Fiat en
diciembre) y Divan dan za Drinkopoly (El
día maravilloso para el Drinkopoly), las novelas Kak je zgorel prevetli Trombetassicz (Como se quemó el ilustrísimo Trombetassicz),
Mogla bi se zvati Leda (Podría
llamarse Leda), Vošicki i Šalaporte (Los postigos).
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