(Nacida
en Gračac, 1951) - escritora, pintora,
escultora fotógrafa, profesora universitaria.
ROMA
(Rim)
Para Kathy Daniels
Dos gatas por la tarde marchan
la una hacia la otra
por el borde del techo de tejas anaranjadas.
La amarilla cuenta sus pasos ligeros
en latín,
la gris mantiene su sombra de mármol
en el cordel épico.
¡Escuchen su rugido clásico!
MIGRACIONES
(Selidbe)
Dos veces de Zagreb a Berlín.
Dos veces de Berlín a Minneapolis.
Una vez de Minneapolis a Nueva York.
Una vez de Nueva York a Iowa City.
Una vez de Iowa City a Minneapolis.
Una vez de Minneapolis a San Diego.
La mitad de veces de San Diego a Zagreb.
La estaciones se mojan
y lavan como espacio vacío.
Las migraciones derrochan las cosas.
Las enrarecen.
Les cambian de forma.
Les cambian los recuerdos.
Las embuten en cajas equivocadas
Olvidan en que lengua
hablan.
Te fuerzan a que en la frontera repitas
tu nombre hasta que no lo olvides.
ESTRUDEL
DE AMANECER
(Savijača od praskozorja)
Marzo.
Encorvado sobre los pateados restos de las hojas
otoñales y el silencio,
el parque del hospital ya hace días trata de
levantarse en las delgadas piernas
de los persistentes dientes de león.
Junto al borde,
en un banco,
está sentado un hombre que no espera a nadie.
Con las palmas de las manos cubre los oídos
para no escuchar como alguien habla algo
insuperable.
En algún lugar un tubo arañado baja a la intranquila
superficie del río.
Alguien lo llama.
El agua se sacude.
-¡Hola, soy yo! - grito.
- Te traje tus pasteles favoritos. -
EL
POLVO Y LA FOTOGRAFÍA
(Prašina i
fotografiranje)
Apenas me doy cuenta de que a mí alrededor
no pasa nada interesante,
cierro el ojo derecho
y me concentro en las escenas
que juegan a las escondidas
detrás de mi ceguera parpadeante.
El negativo del Sol recolecta las sombras mudas
bajo su falda hirviente.
Una de las sombras cae sobre la cara de Hamlet dormido.
Otra esparce las mariposas de boda
de las cabezas de las cansadas rosas.
La tercera sombra cae sobre el cuento enrevesado
de Flannery O’ Connor.
La cuarta descansa sobre la piedra anaranjada
en Sedona en la ardiente Arizona.
La quinta espía la sonrisa burlona de Mona Lisa.
La sexta sombra lucha con el bostezo temprano
de la Luna.
La séptima cristaliza la mirada helada en
los ojos ardientes de Otelo.
La octava sombra se esconde detrás de la séptima.
La novena sombra ayuda a Moisés a cruzar
el desierto antes de que él y su caravana
se hundan en la arena.
La décima sombra se para inesperadamente
en la mitad de una frase aún no pronunciada.
La décimo primera sombra cae al polvo que pica
y que el viento echa a mi ojo abierto,
el izquierdo.
LAS
MUJERES EN LOS MEJORES AÑOS
(Žene u najboljim godinama)
Nosotras somos las mujeres en los mejores años.
Nuestros cuerpos y voces transparentes resuenan
acústicamente
en las cocinas, en las piezas en las montañas y en las
bibliotecas.
Nuestras intenciones divisibles y su realización
gravitacional las
llevamos sin tentaciones en las bolsas de tela que
huelen a verano eterno.
Nuestras decisiones todavía crecen bien. De vez en
cuando
escapan de sus propias costumbres pero nosotras
decididamente
apoyamos su, nuestra persistencia.
Y aunque algunas de nosotras, mujeres en los mejores
años
ya pasaron al florecido herbario que ya no tiene ni la
última hoja,
con sonrisas en la cara continuamos a mirar
a los hombres en sus mejores años; directo,
directamente a los ojos.
EL
TESORO SECRETO
(Tajno blago)
Hace muchos años
trabajé algunos meses como
ayudante de bibliotecaria en
la Biblioteca Municipal.
La parte favorita de mi trabajo
era abrir los libros devueltos
y mirar si dentro de ellos,
algún lector olvidadizo habían dejado
su tesoro secreto.
Una vez en la biografía de
Simone de Beauvoir
Memorias
de una Joven Formal
encontré una lista pitiática de productos alimenticios
en la cual estaba escrito:
Nescafé
Queso
AAA baterías
Llamar a Darío
No, no llamarlo
De ninguna manera
Nunca
Nunca
Más
Sin embargo
Sin embargo
AUSTRALIA
(Australija)
Quizás si te
hubiera enviado
la postal
con un grande arrecife de coral,
que
bajo el agua es verde
azul
y color violeta
y
al Sol rojo y
hablador,
quizás sabrías como
empotrar las ventas del acuario
en la casa
que construyes hace años
en las copas
de algas fotosintéticas
con largas colas de caballo.
Lo más difícil es escribir
la última página
en el paisaje
que no hace
eco.
De la colección poética: Las puertas de Vesubio/Vezuvska vrata
Traducción:eljka Lovrenčić
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